... O el nono porno.
Resulta que hoy me quise hacer la chica deportiva y me fui al gym, toda contenta me llevé el kit básico (llaves, billetera, toalla, bebida tipo Gatorei pero más rica) y le agregué un elemento nuevo: el libro de sociología (a cambio de los auriculares, sino no leo un pomo).
Llegué, me instalé en mi bici y arranqué. A los dos segundos escucho unos sonidos, digamos...gemidos. Miro a mis lados y descubro la fuente: un viejo haciendo pesas. Ijoeputa!, yo entiendo que se esfuerze y me parece buenísimo, pero es necesario tanto gemido?, juro que ya rozaba lo triple X. Si hubiera sido Brad Pitt bue, que se le va a hacer, pero en este caso no había derecho. ERA UN VIEJO! (sin ánimos de ofender a nadie (?))
La gente no se oye, ese es el problema (en muchos, MUCHOS aspectos de la vida). Si no se escuchan a si mismos cuando hablan, menos lo van a hacer cuando están en el gimnasio gimiendo como si estuvieran dale que dale a la matraca. Espero que, al menos, después no resulte un reprimido en su propia casa.
Finalmente pude hacer unos míseros 15 minutos de ejercicio (porque el gym cierra temprano los sábados y yo no me acordé), durante los cuales el señor (el del gym, no Dios) se encargó amablemente de suplir la falta de sonido en el gimnasio.
Igual ojo, terminé riendome, especialmente mientras se lo contaba a una amiga (por msn, sino iba con sonidos y todo...y ahi sí, me hacía pipí), pero realmente....no da un viejo porno en el gimnasio, no da.
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